
Guillermo Ayala
Optometrista
Opticlinic-Oftalmoclinic
Una pregunta muy común en consulta es, ¿Qué tan recomendable es ajustar la graduación durante el embarazo? Y la respuesta es simple, lo ideal es NO ajustar la graduación durante el embarazo. Evidentemente habrá variaciones en la visión y te explico las causas.
Estar embarazada es experimentar muchos cambios, como los de ánimo y humor, el crecimiento del cuerpo, la sensibilidad de la piel, el gusto e, inclusive, los cambios en la visión.
Durante el embarazo las hormonas provocan que la retención de líquidos sea mayor; de igual manera, aumenta el volumen sanguíneo y esto hace que la visión se vea afectada. Estos cambios suelen ser transitorios y desaparecen después del parto o una vez terminado el período de lactancia.
Por lo general, las alteraciones visuales no son graves y no es necesario cambiar la receta de los anteojos, sin embargo, sino son tratados adecuadamente, pueden quedar cambios permanentes en la salud visual de la mujer.

Es muy común que las madres embarazadas sufran de una alteración ocular llamada síndrome del ojo seco. Esto sucede debido a los cambios hormonales que se producen durante esta etapa.
El síndrome del ojo seco es ocasionado porque los lagrimales no están produciendo la cantidad de lágrimas necesarias o bien por una mala calidad de éstas.
El síndrome del ojo seco sino se trata puede ocasionar otros problemas y lesiones en la vista. Sin embargo, en estos casos se debe consultar al oftalmólogo, para que sea este especialista quién recomiende un tratamiento adecuado a seguir, sin peligro, durante el embarazo.
Comer alimentos con alto contenido de ácidos grasosomega-3 (DHA y EFA) como, por ejemplo, salmón, linaza (semillas de lino) y nueces ayuda a combatir el ojo seco y es beneficioso para la salud en general.
Aumento de la miopía durante el embarazo
Puede ser que durante el embarazo también se presente una leve pérdida de visión, este cambio en la graduación puede ser transitorio o no: “Es decir, algunos cambios se normalizan después del embarazo o la lactancia, pero otros se mantienen de forma definitiva tras este periodo”.
El aumento en la graduación de la miopía durante el embarazo puede ser causado por diversos factores. Uno de ellos es la retención de líquidos; esto puede ocasionar que la córnea acumulé también líquido y por lo tanto varié un poco su curvatura afectando así la visión de la madre.
Esta variación en la visión afecta sobre todo a aquellas mujeres que anteriormente sufren de defectos de visión previos al embarazo.

Hay que tener en cuenta que la visión borrosa en el embarazo también puede ser síntoma de una enfermedad sistémica, como preeclampsia o diabetes gestacional, por lo que se recomienda consultar al oftalmólogo cuando aparecen los primeros indicios.
Durante el embarazo es recomendable realizar al menos una visita al profesional de la visión. De esa manera podrá comprobar si se halla alguna afección silenciosa o que todo se desarrolla con normalidad en su salud visual.
Cada caso es muy singular, por tal razón según tus necesidades debes recibir la orientación con base a tu problema refractivo, espero te haya sido de utilidad.